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lunes, 27 de junio de 2011

Capitulo 2


El murmullo constante en la sala ya la cansaba, mientras volteaba y pensaba << ¿De qué hablaran todas esas personas? >> Volvió a voltear hacia delante y justo vio que su abogada le decía algo en el oído a su padre, no pudo escuchar más que “Señor Conrad, el juez va a demorarse un poco más “ lo cual la irrito porque ya estaba cansada de esperar, pero a su vez también la ponía más nerviosa el no saber que iba a pasar. Mientras tanto trataba de no pensar en eso aunque notablemente le era difícil.
Por fin su padre se acercaba, pero no era para hablar con ella. Fue hacia su madre y le dijo algo al oído, ella asintió con la cabeza y luego volvió a irse. Ana no pudo ver a donde

-Ana, ¿necesitas algo?- pregunto su madre

-no, solo saber que te dijo mi padre

-que el juez va demorarse un poco mas, por eso será mejor salir a tomar algo.

Fueron a un viejo bar en la esquina. A pesar de tener tantos años se mantenía en buen estado y seguía llamando la atención de la gente al igual que en sus primeros años.

Se sentaron en una mesa junto a la gran ventana de vidrio. Aunque Ana no tenia hambre su madre insistió así que decidió pedir un café con leche y medialunas, ella en cambio un café cortado con tostadas. Mientras su madre hacia el pedido Ana contemplaba detenidamente la ventana. Era un día nublado y muy frío, quizás por eso no se veía tanta gente caminando por la vereda. Siempre le gustaron los días así, pero en ese momento le trajeron recuerdos, recuerdos de ese día tan feo donde empezó todo

El reloj empezó a sonar eran las 7 Am tenia que levantarse para ir al colegio, tenia tanto sueño que lo único que quería era seguir durmiendo, se sentó en el borde de la cama y se quedo tildada observando el suelo. Algo le decía que vuelva a la cama, como un presentimiento pero recordó que en unos días era el cumpleaños de su madre y debía comprarle algo, así que bajó a la cocina

-Se ha levantado la bella durmiente- bromeaba su padre mientras desayunaba, Ana le sonrió y miro a su madre que preparaba unas tostadas con mermelada

-¿Por qué no me despertaste?

-Iba a dejar que sigas durmiendo, volve a la cama si queres

-No, no puedo- dijo Ana confundida

-¿Por qué? ¿tenes alguna cita hoy? Pregunto su madre y sonrió

-porque… tengo prueba- Aunque Ana no era buena mintiendo esta vez sus padres le creyeron. Le dijeron que no iban a poder irla a buscar porque ambos tenían trámites que hacer, no le dieron mas detalles. Aun así Ana dijo que iría lo cual era mejor porque así tendría mas tiempo para comprar, se sentó en la mesa y comenzó a desayunar.

Luego al vestirse su madre le advirtió que afuera estaba nublado y hacia mucho frío, probablemente toda la semana estaría así…


-¿Qué estas pensando? Interrumpió su madre, Ana quien se había perdido en sus recuerdos por unos segundos volteo a mirarla y le respondió

-Nada… ¿no te dijeron porque se tarda tanto el juez?

-No, solo que esperemos- no siguieron con la charla ya que el mozo trajo lo pedido- ¿necesitan algo más? Pregunto- No, gracias- dijo Betty la madre de Ana. El mozo miro a Ana y le sonrió –me retiro entonces, cualquier cosa me llaman- y se fue.

Con su mano izquierda Ana tomo el diario que había sobre la mesa mientras que con la derecha tomaba la taza y le daba sorbos al café

Hoy se determinara que pasara en el juicio de Ana Conrad, el juez dictara la condena…”

Dejo de leer y tiro el diario sobre la mesa, su madre la observo sorprendida y tomo el diario, mientras lo leía sonó su celular…

jueves, 23 de junio de 2011

Capitulo 1


Sus manos comenzaban a sudar por los nervios, jamás hubiese imaginado encontrarse en ese lugar. << Tengo que tranquilizarme, todo va estar bien >>, pensaba Ana tratando de calmarse. En su mente se proyectaban todos los recuerdos de un pasado tan feliz y perfecto, ¿Cómo en tan poco tiempo podía desmoronarse?, ¿Cómo podía haberle pasado todo eso? se preguntaba, pero ya no importaba porque no había marcha atrás.

Miraba el anillo que le había regalado John y recordaba lo bien que la hacia sentir, sin darse cuenta una leve sonrisa asomaba en su rostro al pensarlo. Mientras sus recuerdos y pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su madre
-No te preocupes, todo va estar bien y pase lo
que pase siempre estaremos juntas- su voz le transmitió paz, pero era un momento tan tenso que nada seria capaz de tranquilizarla por completo, a cambio de sus dulces palabras le regaló una sonrisa y se dieron un gran abrazo. Uno de los más grandes, de los pocos abrazos que se habían dado, ambas sabían cuanto se querían pero igualmente no eran muy afectivas la una con la otra.

Lo que más le gusta a Ana de su madre es que ella sabe acompañarla tanto en el silencio como en las palabras. Compartieron muchos lindos momentos, pero definitivamente para Ana, ese viaje a Miami el verano pasado fue uno de los mejores recuerdos que le quedaban de momentos juntas.


-Que lugar tan hermoso!, podría quedarme todo un día mirándolo- le decía su madre mientras contemplaban el sol que se escondía tras las olas, y estas chocaban contra las rocas de la orilla. Habían compartido una gran tarde de sol y diversión, también habían hablado de todo, ya no había mas nada que decir… solo compartir en silencio el hermoso ruido de las olas, y la luz del sol que se desvanecía.


Recordaba haber disfrutado cada momento en ese lugar. Amaba sentarse en la arena por la tarde y observar el mar, y pensar, pensar, y pensar.
Sentir la arena entre sus pies, el calor del sol en su cuerpo y la suave brisa chocar contra su piel…

En tanto, John recostado sobre su cama observaba el techo y se preguntaba << ¿Como estará? ¿Que estará pasando en este momento? Solo espero que todo salga bien >>, mientras se levantaba de su cama y se dirigía a buscar sus pinturas y una hoja en blanco. Dejándose llevar comenzaba a pintar, trazos gruesos, trazos delgados, fueron dándole forma al cuadro en donde iba pintando un rostro humano. Pelo largo castaño, una nariz delgada y pequeña junto con unos ojos grandes color avellana. Casi terminando susurraba –Ana como te extraño-…

lunes, 20 de junio de 2011




Ana se encuentra muy mal, debido a que debe revivir cosas de su pasado que la marcaron. Se encontrara frente a un juicio junto con su abogada Sara Collins defendiendo sus derechos, y tratando de que se haga justicia.

John williams su mejor amigo, tratará de apoyarla en todo lo que le sea necesario reprimiendo su amor por ella